LO BUENO DE TENER TABLETAS
EN LUGAR DE LIBROS
En la vorágine de la sociedad de la información y de la
comunicación, el uso y empleo de dispositivos tecnológicos es una realidad a la
que no han estado ajenas desde el principio las aulas. Aunque los sistemas
educativos y los métodos docentes han evolucionado considerablemente en la
última década, existe un elemento clave en todo este proceso y son los
dispositivos tecnológicos, tales como los ordenadores o las tabletas que han
supuesto una verdadera revolución en su uso en la escuela.
Conscientes de todo ello y pioneros en la utilización de
estas tecnologías en el mundo educativo, los responsables del Centro
Internacional de Tecnologías Avanzadas (CITA) pusieron en marcha en el curso 2010-2011 el proyecto
«Dedos: tabletas digitales en el aula».
Juntos iniciaron un proyecto precursor en el sistema
educativo español centrado en el empleo en las aulas de tabletas digitales en
sustitución de los libros de texto.
Desde su implantación en el curso 2010-2011 hasta la
actualidad, los resultados de los estudios por parte de los técnicos del CITA y
de los profesores del CEO implicados en la iniciativa revelan que la aparición
de las tabletas y móviles puede ser una oportunidad para la transformación de
los entornos de aprendizaje, la creación, las formas de expresión y la
educación.
«El otro día me contaba una madre que su hija no quería ni
cenar de lo metida que estaba en su tarea con la tableta»,
comenta en clase con cierto tono de orgullo y satisfacción Nacho, uno de los
profesores de matemáticas del colegio público El Cantizal de Las Rozas, que ha
decidido este curso cambiar los libros por dispositivos electrónicos. Se trata
de un centro situado en una zona residencial de la localidad que, desde luego,
nadie aseguraría que está sostenido con fondos públicos.
Y la cosa es que los chavales están
desarrollando las tareas con un instrumento que ya parece una extensión de sí
mismos, pero es que, además, a los padres también se les da una alegría al
bolsillo. Además gasto en libros
por alumnos oscila entre los 250 y los 300 euros. Ahora,
con el uso digital de los manuales la cifra oscila entre los 50 y los 70
euros.
Y es que el uso de la
tableta no significa que los chavales no cojan un bolígrafo. «Intercalamos los trabajos en papel con la tableta. No es excluyente. Tomamos lo mejor de ambos
mundos.
Hecho y publicado por Daniela Salamanca Ruiz